domingo, 30 de mayo de 2010

Complejo Monumental del Alto de la Alianza



A solo 8 km. de Tacna, siguiendo por la panamericana norte, se encuentra el “Complejo Monumental Alto de la Alianza”, el cual está conformado por el Monumento, el Museo de Sitio, el Campo Santo y el Campo de Batalla.

Este Complejo Monumental es el homenaje del Perú a los soldados peruanos y bolivianos que defendieron con su vida la integridad territorial. Ellos nos legaron un ejemplo de valor, abnegación y entrega por las causas justas.

El Monumento está conformado por un primer bloque de diez sólidos volúmenes de distintas alturas, erguido en semi círculo dando acceso al Museo. Otras cinco columnas también a diferentes alturas se agrupan en espiral truncada y orientada hacia el sur. Ello significa el Cautiverio de 50 años soportado por Heroica Tacna.

A poca distancia del lugar donde se realizo la batalla, se ha levantado un Monumento en homenaje a los caídos en defensa de la Patria y se la conoce como la “Cripta de los Héroes”, que consta de una Cripta, una Estatua de Cristo y un Obelisco donde actualmente cada 26 de mayo se conmemora la realización de la batalla con una actuación cívico patriótica que incluye Misa de Campaña.

El conjunto de esculturas tienen el siguiente mensaje:


1.- EL DESPERTAR DE LA PATRIA

Representa la reacción popular para defender la integridad territorial ante la agresión.


2.- LA HERENCIA DEL PATRIMONIO

Se trata de entrega que hizo el pueblo de todos sus recursos y la sangre de sus propios hijos.


3.- LA DECISION DEL HONOR

Representa la alianza de los ejércitos peruano y boliviano para su lucha contra el invasor.


4.- LA INMOLACION

El sacrificio de los defensores ante el despliegue del enemigo.


5 Y 6.- LOS PUEBLOS INDÓMITOS

Tacna y Arica al cautiverio.


7.- EL RETORNO DE LA PATRIA

Reincorporación de Tacna a la Heredad Nacional después de 49 años, 3 meses y 2 días de opresión.

8.- LA PATRIA

Corona el Conjunto Monumental y Acoge a Tacna en retorno al regazo patrio.

La Batalla


Al rayar la aurora del 26 de mayo el comando peruano consideraba que el ejército chileno se encontraba en “Quebrada Honda”, las columnas de Perú y Bolivia después de 2 horas de marcha por carecer de guías expertos y por la densa neblina existente no pudo realizar el plan preconcebido y el movimiento fue negativo, lo que origino confusión en las columnas aliadas, que en gran parte estuvieron de regreso al mismo lugar de donde partieron.

Las divisiones peruanas tercera y sexta y dos batallones bolivianos que encontraron un centinela chileno perdido, quien informo al comando peruano que el grueso del ejército chileno se encontraba a poca distancia, pues efectivamente, momentos después percibiese el toque de diana de las bandas militares chilenas.

Encontrados ambos bandos en la Pampa de la Alianza, el General Baquedano ordeno romper los fuegos a las 10 de la mañana con una fuerte descarga de cañones Krup de 12 pulgadas con un alcance de 4000 yardas; este duelo con la artillería peruana duro una hora. La infantería chilena formo en 4 divisiones de 2400 hombres cada una, emprendiendo el asalto; pero este ataque fue con más empuje, mediante las divisiones de los Coroneles Barcelo y Amengual hacia el ala izquierda y del centro, y aun más hacia el lado izquierdo donde la resistencia fue más recia.

El comandante fue rudo y encarnizado; hubo un momento en que obligaron a las divisiones chilenas a retroceder. Este ataque aliado, de haber sido apoyado por las tropas de refuerzo habría podido decidir la victoria a favor de los aliados. Después de una hora y media de fuego intenso, ambas divisiones chilenas se retiraron a las doce y media de la mañana sin cesar de combatir.

El ala izquierda mandada por el Coronel de Bolivia general Camacho inicio la ofensiva pero una carga de ésta, mientras se realizaba a la vez el avance de la tercera división Amunátegui y la reserva chilena avanzaba hacia el campo de batalla. El ala derecha aliada luchó con menos fuerza con la división chilena del Coronel Barbosa, ya que fue debilitada por el envió de refuerzos a los sectores de la batalla. Cuando nuestras tropas volvieron a sus posiciones se dieron cuenta que se hallaban solas, pues la caballería boliviana que se hallaba detrás de sus líneas había desaparecido.

Hay que resaltar que la primera, segunda y tercera división chilena tuvieron entre muertos y heridos casi el 30 por ciento de sus hombres, que de haber tenido los aliados tropas de refuerzo habrían podido decidir la victoria a nuestro favor.

Sucesos anteriores a la Batalla del Alto de la Alianza


El ejército chileno compuesto por 14000 hombres al mando del general Manuel Barquedano con la finalidad de ocupar las provincias de Tacna y Arica, desembarca sus tropas por las caletas de Ilo y Pacocha. El objetivo estratégico del comando del ejército chileno consistía en ocupar el pueblo de Torata para apoderarse de uno de los caminos que comunica a Tacna con el norte del territorio peruano.

Para defender estas posiciones se encontraba una pequeña división peruana al mando del coronel Gamarra que ocupaba las alturas del cerro Los Angeles, ubicado al norte de la ciudad de Moquegua, como también parte de sus tropas defendían el sur de Torata. El 22 de marzo de 1880 se libro la batalla de “Los Angeles” entre las tropas peruanas y chilenas. Después de una hora de denodada resistencia ante el mayor número de soldados chilenos, las tropas peruanas tuvieron que retirarse.

Expedito el camino hacia el sur para las tropas chilenas, éstas avanzaron hacia Tacna. En los primeros días del mes de abril de 1880 el jefe de la Plaza de Tacna, Contralmirante Montero, convocó a una Junta de Guerra con el fin de determinar cuál sería el sitio más propicio para resistir al enemigo. La Junta resolvió que dos comisiones estudiaran los accidentes físicos en el valle de Sama o lugares aledaños, el lugar más apropiado para resistir al enemigo.

Hubieron dos opiniones: la comisión presidida por el General boliviano Pérez, después de un estudio minucioso de los lugares, informó que: “El valle de Sama ofrecía ventajas propicias como agua, leña, montículos para la defensa contra la caballería enemiga, trincheras naturales y muros. Agregaba que el ejército aliado debía ocupar sin pérdida de tiempo esas posiciones. Otro miembro de la comisión, el Coronel José Joaquín Inclán coincidía en lo opinado por el General Pérez.

La junta de guerra aun no había resuelto cual de los pareceres debería apoderarse, si ocupar Sama o la Pampa de la Alianza cuando la caballería chilena sorprendió a los Coroneles G. Albarracín y Ramírez, en consecuencia fueron ocupadas por los chilenos las posiciones que habíase ordenado examinar sobre el terreno. El estado mayor aliado pensaba hacer salir una División y toda la caballería disponible para desalojar al enemigo de esas posiciones pero en esos días arribo a Tacna el General Narciso Campero, Presidente de Bolivia y Generalísimo de las tropas aliadas, quien se hizo cargo de la dirección de la guerra y abandonándose esta estrategia. Pocos días después el ejército chileno se concentraba en Sama.